Nutrición del bebé 18 a 24 meses. En esta etapa, el bebé irá aceptando de forma progresivatodas las comidas del menú familiar.
Es conveniente ofrecerle de manera que no este forzado, alimentos nuevos, variados y que le sean interesantes, de esta manera completará el aprendizaje de la masticación y la adquisición de hábitos saludables de alimentación.
Recuerde que todos los cambios deben hacerse progresivamente, es propio de esta edad presentar poco, en mayor o menor grado un rechazo a todo lo nuevo. Se recomienda que insistir periódicamente de una a dos semanas en esos cambios en la dieta que el niño no aceptó al principio.
Otra peculiaridad de esta época de la vida es que el crqcimiento del disminuye su velocidad.
En especial en lo que al peso de refiere: el niño presenta cada vez un interés menor por los alimentos que se le ofrecen y, en algunos casos, se puede reducir notablemente la cantidad de alimentos ingeridos, en comparación con los primeros años de vida, esto da una falsa sensación de que el niño come menos o no desea comer.
Es recomendable ofrecerle pequeñas raciones y a intervalos regulares, evitando que esté demasiado cansado o hambriento para aceptar nuevos alimentos.
Es recomendable que coma junto con la familia en la mesa.
Debes ser muy imaginativa en cuanto a la presentación de los ingredientes (colores diferentes o con acompañamientos variados) esto hará a los alimentos mucho más interesantes para los niños de esta edad: ellos aceptan con mucha más facilidad los vegetales cocidos (verduras), que crudos (ensaladas).
Procura que reciban la ración suficiente y presentárselos de forma atractiva, mezclados con otros alimentos. Evita los alimentos que son muy secos, en esta edad los niños tienen preferencia por las presentaciones caldosas o con algo de salsa.
Alimentos nuevos a partir de los 18 meses:
Carnes de buey o cerdo, eligiendo siempre carnes sin grasa o eliminándola a conciencia.
Pescado azul sepia y mariscos procurando que estén bien cocidos.
Leche entera de vaca y quesos de todo tipo aunque de preferencia los menos grasos. Los postres lácteos como el arroz con leche o las natillas pueden sustituir la merienda.
Féculas en forma de cereales (inflados tipo Kellog´s…), creps, rebozados, croquetas etc.
De hecho a partir de esta edad pueden comer la misma dieta que el resto de la familia.
¿Qué debemos evitar?
No permitas conductas caprichosas y excesivas preferencias de algunos alimentos sobre otros. Así podrás evitar, si se siguen sus “exigencias”, una dieta demasiado repetitiva con carencias nutricionales.
También es aconsejable mantener fuera de la vista del niño aquellos alimentos que por sus especiales características son muy atractivos.
Como por ejemplo los dulces: caramelos, chocolates, pasteles etc., que pueden llegar a crear hábitos nutricionales erróneos y difíciles de erradicar posteriormente. Si tu hijo toma algunos, es mejor ofrecérselos al final de las comidas.
Las mantecas y los tocinos no son necesarios y se deben evitar, así como los picantes y el exceso de condimentos.
Evitar la leche semidesnatada antes de los 2 años y desnatada antes de los 5 años.
Evitar las bebidas con gas. El café no es adecuado a esta edad, y el cacao puede iniciarse, con moderación, a veces como “excusa” para que tome leche.
Un exceso de líquidos puede disminuir el apetito. No es necesario que el niño vaya bebiendo agua muy a menudo, y mucho menos en biberón, salvo en los meses más calurosos, raramente necesitan beber entre comidas, y aún en estas, en poca cantidad.
La succión de un biberón con agua puede convertirse en un mal hábito que le mantendrá el estómago casi lleno y le quitará el apetito.
Debes evitar también los frutos secos: tu hijo podría atragantarse y aspirarlos al pulmón. Esto es válido también para todos los alimentos que son de consistencia demasiado sólida o de forma pequeña y redondeada (aceitunas, caramelos…).