El rábano es una planta que se cultiva principalmente por sus raíces comestibles.
Una planta originaria de Eurasia y el Mediterráneo oriental, pero cultivada en todo el mundo gracias a su fácil adaptación a diferentes climas, pues esta crece desde el nivel del mar hasta los 1200 – 1400 metros sobre el nivel del mar.
En la antigüedad era particularmente usado por la civilización egipcia, quienes consideraban que este tubérculo era poseedor de propiedades cuasi mágicas, por lo que era parte fundamental de la dieta de obreros y reyes, pues se decía que este evitaba que cayeran enfermos.
Actualmente el tubérculo es particularmente apreciado en países asiáticos como Japón donde forma parte central de la gastronomía tradicional.
Es usado de diversas formas, entre ellas la más popular es la preparación de aderezos que se usan principalmente en piezas de sushi.
También es común su uso como vegetal, en sopas y demás. Asimismo es ingrediente en la preparación de diferentes salsas tradicionales.
Principales beneficios de consumir rábanos
Los rábanos y la vitamina C
Una de las principales características de los rábanos es su alto contenido de vitamina C, siendo el rábano uno de los mas importantes alimentos en cuanto a su aporte de esta vitamina por cada gramo que ingresa al organismo.
La vitamina C es un compuesto que una vez en el organismo presenta una serie de beneficios importantes, que van desde el fortalecimiento del sistema inmunológico hasta evitar el envejecimiento prematuro y el natural.
La vitamina C es uno de los principales antioxidantes y es un compuesto decisivo a la hora de enfrentar la gran cantidad de conservantes que son ingeridos normalmente por una persona promedio, provenientes de todos los productos envasados y/o sintéticos que consumimos en nuestra dieta diaria.
Por otro lado la vitamina C se encarga también de regular el colágeno al interior del cuerpo favoreciendo procesos de cicatrización y de absorción de minerales como el hierro y el calcio que ayudan a mantener huesos y articulaciones en optimas condiciones.
Con respecto a su acción en la piel es importante destacar el aporte que puede hacer el jugo del rábano directamente sobre la piel, sobre todo en casos de quemaduras o congelación, ayudando a la pronta cicatrización y elasticidad de la piel nueva, evitando que las cicatrices queden demasiado abultadas.
Para esto se debe exprimir el jugo directamente del rábano crudo y aplicar sobre la piel afectada.
Se recomienda su consumo abundante para personas que estén realizando procesos de quimioterapia o radioterapia, pues el alto contenido de antioxidantes puede ayudar a afianzar el terreno ganado con los mencionados tratamientos.
Los rábanos y sus propiedades digestivas
En cuanto al tracto digestivo, los rábanos constituyen un suplemento espectacular pues además de ayudar en los procesos de evacuación gracias a su alto contenido en fibras tanto solubles como insolubles.
También ayuda a aumentar la flora intestinal, favoreciendo la aparición de microorganismos vitales para los procesos de eliminación tanto de posibles bacterias, como de agentes invasores causantes de gases, flatulencias y pesadez estomacal.
Ademas los rábanos contribuyen en la producción de ácidos biliares, indispensables para la correcta eliminación de grasas y otros sólidos que son bastante difíciles de digerir. Esto tiene un efecto directo en personas que sufren de estreñimiento.
Aunque como dijimos antes, funciona como un regulador del sistema digestivo, por lo que también puede ayudar con problemas de diarrea y deshidratación, ayudando a retener líquidos gracias a su alto contenido de fibras solubles.
Estas son algunas de las propiedades que tienen los rábanos y sus efectos en el cuerpo humano.
Es importante destacar que aunque existen varios tipos de rábanos con diferentes concentraciones de sus componentes, todas las especies tienen los beneficios mencionados anteriormente.
Pero en especial, los rábanos rojos y blancos se recomiendan como los más saludables para incluir en la dieta cotidiana.