Las dietas hipocalóricas están basadas en tomar una menor cantidad de calorías de las que consumimos habitualmente. Estas dietas pueden funcionar en el corto plazo, pero a medio plazo dejan de funcionar, e incluso pueden hacer que cojamos más peso.
¿cómo funcionan? Se supone que si tomamos menos calorías de las que gastamos, adelgazaremos. Esto no funciona así. Una persona necesita una cantidad de calorías cada día para mantener el calor del cuerpo y para realizar las funciones básicas de nuestros órganos.
Si partimos de una diéta de 2000 calorías diarias y decidimos reducirla a 1800, nuestro cuerpo notará que le falta energía ya que estará acostumbrado a tener más energía con la que realizar el trabajo diario.
En un primer momento el cuerpo va a quemar parte de la grasa almacenada para generar la energía que le falta, por lo que adelgazaremos. Con el tiempo nuestro cuerpo se acostumbrará a funcionar con las 1800 calorías diarias.
En ese momento dejaremos de adelgazar e incluso empezamos a coger peso, ya que nuestro cuerpo habrá dejado de quemar la grasa almacenada.
Bajaremos entonces a 1500 calorías, luego a 1400… entrando en un círculo vicioso con el que, tras desesperarnos, volveremos a consumir las 2000 calorías originales y con ellos, volver a coger peso.
Adelgazar no debería suponer un gran problema, pero es cierto que hay que tener algo de fuerza de voluntad y algunos conocimientos básicos de nutrición.
Montignac desarrolló una dieta (dieta Montignac) que explica cómo al comer hidratos de carbono (arroz, pasta, azucar, patata, harinas, pan, etc.) el páncreas inyecta insulina en el torrente sanguíneo.
Durante las siguientes dos horas, la grasa que tomemos se almacena en lugar de que el cuerpo la queme rápidamente o simplemente pase de largo.
Cuando hablamos de grasas, hablamos de grasas y aceites, y a carnes y pescados, ya que no son sólo proteinas, sino que siempre vienen con grasas, aunque no nos lo parezca o parezca poca cantidad.
La primera regla para adelgazar, por tanto, es no tomar en la misma comida hidratos de carbono junto con grasas, aceites, carnes o pescados.
Por el contrario, si el nivel de insulina no es muy alto, puedes tomar carnes, pescados, aceites, grasas, etc. sin preocuparte de engordar.
Como curiosidad, la fruta contiene un tipo de azúcar (fructosa), pero si la tomas sola, pasa muy rápido y no sube el nivel de insulina. Puede tomarse media hora antes de cada comida y el pico de insulina será tan suave que no contribuirá a la acumulación de grasas.
Sin embargo, si tomas fruta después de comer, fermentará en el estómago con la digestión del resto de alimentos, provocando un pico de azucar en sangre y por tanto de insulina.
La grasa que hayas comido tenderá a almacenarse. La excepción son los frutos rojos (moras, fresas), que sí podemos tomarlos después de la comida ya que prácticamente no contienen azucares.
¿qué ocurre con otros alimentos?
- La patata genera más insulina que la glucosa pura (aproximadamente un 10% más).
- El maíz genera mucha insulina
- La zanahoria, cocida, también.
- La tabla de índices glicémicos de los alimentos de Montignac es una guía perfecta para ver qué alimentos podemos mezclar y cuales no.
Esto es un resumen de la dieta Montignac, con la que es fácil adelgazar hasta un kilo por semana.
Pero con cuidado, no hay que caer en la creencia de que comiendo sólo proteínas podemos adelgazar.
Esta es la denominada Dieta de Atkins y, claro que adelgaza inicialmente (en otra entrada explicaré por qué a la larga te hace recuperar el peso). Obviamente a largo plazo es muy perjudicial para la salud.